martes, 24 de abril de 2018

LIEBRE ESPECIAL EN EL MARATÓN DE MADRID

Si hay una carrera que tengo fija durante el año es, sin duda, el MARATÓN DE MADRID, normalmente conocido como MAPOMA, en el que participo como LIEBRE desde hace 10 años.

Es sin duda alguna, una de las mayores satisfacciones que se puedan tener al desempeñar esa labor. Sobretodo cuando al finalizar recibes la sonrisa o el abrazo de los atletas a los que has acompañado durante poco más de 42 km. por las calles de Madrid; un Madrid lleno de gente en sus calles animando a todos y cada uno de los corredores durante las 6h que dura la carrera con sus cortes de tráfico claro!.

Este año ha sido especial, y no sólo porque hizo un calor tremendo (el día anterior hacía más bien fresquito y la diferencia se notaba mucho), sino porque aunque comencé saliendo con el globo de las 5h, terminé haciendo de liebre a un hombre Félix, de 68 años que tenía un problema visual ( de hecho es miembro de la ONCE) y que consiguió llegar a Meta en casi 6h.

La experiencia de éste año comenzó cuando fuí a por mi dorsal a la feria del corredor y allí el coordinador de las liebres, Paco Montañés (de rojo), me llevó,junto con otro compañero, al stand donde estaba "Continental Radio" y así explicar cuál es nuestra labor en el Maratón.

Al día siguiente, el día de la carrera recogimos nuestros globos en el lugar de encuentro; yo llevaría el de las 5h, pero... éramos 4 personas llevando la misma distancia? éramos unos de más, normalmente somos 3 por si alguno se tiene que retirar, pero salidos todos. 

Según avanzaban los primeros kilómetros íbamos recuperando el tiempo con respecto a la posición que deberíamos tener en carrera, ya que Adidas nos pide tiempo oficial, es decir, que el crono marque el tiempo exacto al entrar en Meta; nosotros debemos recuperar ese desfase de manera paulatina para que los corredores no se quemen en los primeros kilómetros.


Al llegar sobre el km. 18 nos encontramos con Félix, que tiene un problema visual degenerativo que le hace ir perdiendo la vista; él sólo ve como "bultos" y conoce las calles de Madrid.... de una manera... asombrada me he quedado!. Le conocíamos de haber coincidido con él años atrás en otros maratones (aún veía), y hablando con él y decirme que ya no veía bien, decidí quedarme y hacerle de guía hasta la Meta. Durante el recorrido nos encontramos con su hijo y su nuera en un par de sitios, saludamos a muchos amigos que nos pasaban, gente que no nos conocía pero que le animaban... en fín... la carne de gallina.

Y lo consiguió! Entramos los dos dados de la mano con un tiempo en el crono del arco de 5:57.00.

Para mí el recibir su sonrisa y su abrazo al finalizar.. no tiene precio. Da igual el tiempo que haya hecho. Ha finalizado un maratón más, de los pocos que le quedan mientras conserve un poco de vista. Él dice que cuando ya no vea más, no dejará de correr por quedarse ciego, sino porque serán los años los que podrán con él.






El año que viene.. volveré para llevar un globo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario